El conde Carl von Keyserlingk padecía insomnio, algo que no fue capaz de curar durante varias semanas, pero escuchó la música de Bach en la catedral donde trabajaba. Buen día el de Bach. Le ofreció componer algo para curar su insomnio, a lo que Bach accedió gratamente. Una vez compuesta esta obra, se la entregó al clavecinista del conde, Johann Goldberg, para que la tocara cada noche... fue mano de santo. El conde quedó sorprendido por la efectividad de la obra de Bach, por lo que le recompensó con una copa de oro repleta de monedas, una fortuna para esa época. Cuenta la leyenda que Bach vivió holgadamente el resto de sus días.
Dicho esto, decir que no escuchéis las Variaciones Goldberg, son un auténtico peñazo en el que malgastaréis el tiempo, teniendo mucha música clásica mejor que escuchar.
Un saludo, Bakuryu.
4 comentarios:
Muy buena historia, no la conocia.
jaja, me alegro de q haya alguien q tiene tiempo para leer una curiosidad sobre la musica clasica ;)
tio tote sta mu ben esto q me lo lei ayer pero m dio pereza d meterme al explorer pa comentar jaja es mu curioso ver como empiezan muchas veces personas asi importantes
Sabía la existencia de las variaciones Goldberg (nos pusieron una en musica), el por qué de ellas y el poco reconocimiento que tuvo uno de los mas grandes compositores de la historia. Gracias a ti he unido los tres conceptos
Te quiero Alberto (L)
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